Muchos de nosotros aún recordamos aquellas épocas de los apagones por la noche, cuando en pleno quehacer de tareas, se iba el fluido eléctrico. Por lo general, el apagón nos encontraba preparados, ya con la vela lista en la mesa y organizado para no pasarla tan mal.
Los padres no tenían muchas alternativas para aguantar el terremoto de sus hijos pequeños y tampoco hacía mucha falta, ya que nos ingeniábamos con lo mínimo para hacer de la noche, algo divertido. Quién no recuerda haber jugado con las sombras proyectadas por sus manos o las peleas entre un pato y un perro en la pared; aunque esa diversión duraba poco. Los infaltables juegos de mesa en familia y el monopolio que no acababa nunca, o la locura de los padres por hacer que veamos los archivos fotográficos en blanco y negro, juegos de adivinanzas, y ya los más osados a contar historias sentados a la mesa y con las velas titilantes, hasta que nos quedemos dormidos de aburrimiento.
Recuerdo bien que algunos padres más ingeniosos y menos creativos, optaban por comprar baterías para auto de repuesto, para tener energía en la televisión y que sus hijos no molesten tanto durante las largas horas, aunque siempre se terminaba viendo lo que ellos querían. Tampoco faltaba el responsable que se quemaba las pestañas tratando de terminar su tarea aunque no miraba nada en el libro de consulta. Y el que tenían examen al día siguiente, sencillamente reprobaba el curso.
Bueno, a estas alturas ya sabemos que podrían hacer los más jóvenes en aquellas épocas y, aparte de lo que muchos puedan pensar, una de las alternativas más interesantes, puede ser una buena cena en pareja a la luz de las velas.
Este fin de semana, el mundo entero tendrá un apagón voluntario; "La Hora del Planeta". Olvidemos estos momentos desesperantes por no saber qué hacer, y vayamos a "A Punto" a pasar un momento diferente y con el plus de saber, que mientras la pasamos bien, le damos un respiro al planeta que tanto necesitamos.